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lunes, noviembre 14, 2005

Tras la cumbre

Por Carlos E. Wer

Pareciera que la cumbre me hubiese despertado de una larga hibernación...Un prolongado sueño que pareciera que hubiese empezado con mi oposición a quienes aseguraron que la GANA haría que esa expresión sería trasladada al pueblo guatemalteco. Oposición que me llevara a asegurar que con GANA perderíamos todos. A dos años de casi un aparente "encogimiento" de mi actividad como columnista, habiendo aparecido pocas veces en nuestra casa La Hora, retorno a mi actividad y que mejor ocasión para hacerlo, que comentando las actividades que se efectuaran la semana pasada en Mar del Plata dentro del marco de la IV Cumbre de Presidentes y la III de los Pueblos.

Las numerosas manifestaciones de rechazo a la presencia del presidente Bush en Sudamérica, demuestra con más que mayor claridad el sentimiento que prevalece entre sus poblaciones. Las cada vez más sólidas relaciones entre los países del MERCOSUR, se han visto ahora aumentadas por la presencia de la República Bolivariana de Venezuela, la que, impulsando su Alternativa Bolivariana para las Américas, ha logrado prender en esa parte de nuestra América, una nueva corriente de nacionalismo continental solidario, en el que las diferencias se disminuyen al calor de la promesa de una incorporación de las poblaciones más necesitadas en sus procesos de desarrollo.

Sin embargo, más allá de los entretelones de la Cumbre, encontramos razones que no afloran por lo delicado de ellas. Razones que tienen que ver con el mantenimiento de la soberanía nacional, con la protección de sus recursos naturales, la certeza que los tratados serán seguidos por una multitud de privatizaciones y control de territorios que garanticen a esos intereses su explotación, bajo las claúsulas "amarradas" que ellos conllevan. Fuera de ello, y como si fuera poco, las poblaciones indígenas y rurales de las Américas quedarían aún más desamparadas.

Ello llevaría además a una creciente desestabilización provocada por el aumento de la pobreza y las desigualdades, por las consecuencias cada vez más profundas de una deuda inmoral. Las cada vez más frecuentes demostraciones de movilidad de esas multitudes que no visualizan más futuro que su creciente miseria, la aumentarían.

Las conquistas innegables que ha alcanzado la revolución bolivariana, ha puesto en claro que las riquezas de un país nunca han sido puestas al servicio de sus poblaciones, sino por el contrario solamente han servido para mantener a las oligarquías criollas y extranjeras, mismas que rechazan cualquier intento de cambio.

Sumado a esas razones, aquellas "de fondo", están íntimamente ligadas al rechazo a la conformación de un cerco de bases militares que "aprieten" en las zonas en las cuales los intereses de los Estados Unidos y más allá de ellos, de las cada vez grandes transnacionales, protegidas por el poder hegemónico de ese país y que fuesen diseñadas precisamente para proteger a su proyecto ALCA, mediante la conformación de la OTAN continental. Este hecho fue denunciado por La Hora hace más de dos años y confirmado por el ex ministro de la Defensa general Aldana, quien a su retorno de la reunión de los ministros centroamericanos con su homólogo secretario Rumsfeld, declarara a la prensa, que la intención de unir a las fuerzas armadas del área en su lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado y la necesaria protección a sus "democracias", requería de esa medida.

La innegable relación entre la visión geopolítica manifestada en el Memorándum de Seguridad Nacional 200 (NSM200, denunciado también oportunamente en La Hora) y los recursos naturales se entiende mejor si se revisa espacialmente la localización de emplazamientos militares con respecto a las principales reservas de biodiversidad, agua, petróleo y minerales. Es por ello, por lo que, al estancarse el ALCA continental, el presidente Fox, quien se ha convertido en otro exponente con menos astucia, trata a nombre de los intereses estadounidenses de reactivar el PPP, poniendo con ello en riesgo la tercera parte de nuestro territorio.

En Petén, con sus amplios recursos de agua y biodiversidad. Para ello, nuevamente se han reiniciado las declaraciones de la importancia de usar la corriente del río Usumacinta para la construcción de varias represas hidroeléctricas como parte del PPP. Esa región se ha convertido en una tierra sin ley, donde las mafias locales talan bosques y saquean tesoros arqueológicos, en la que los señores de la droga se apropian de grandes extensiones de terreno; en la que el desfile de indocumentados que buscan desesperadamente llegar al "sueño americano", encuentran una ruta prácticamente desprotegida, ya que la "modernización" de las Fuerzas Armadas, retiró toda posibilidad de controlar ese extenso y valioso territorio.

La 'ingobernabilidad' a que está llegando la zona, es otro de los pretextos para una intervención estadounidense (también denunciada oportunamente por La Hora), motivo por el cual se planificaran las maniobras Nuevos Horizontes cobardemente aprobadas por un Congreso de la República bueno solamente para terminar de expoliar a nuestro país.

Ese es el caso particular nuestro, pero dentro de los planes que la nueva alianza sudamericana, encabezada por la República Bolivariana de Venezuela denuncian y rechazan, está la proliferación de unidades militares de distinta naturaleza, que pretende la creación de ese "cinturón". Valga señalar la existencia, desde Corpus Christi en Texas con la enorme capacidad el radar ROTHR en Corpus Christi, Texas, en El Salvador, la base militar en Comalapa, y el centro regional antidrogas; en Honduras. Por toda la región están ubicadas instalaciones militares de la guerra "contra las drogas" que el Pentágono llama forward operating locations y forward operating sites- en Belice, Honduras, Costa Rica, Panamá, Islas Caimán, Aruba y Curaçao. Y no olvidemos a Guantánamo, y el ROTHR de Vieques-Juana Díaz.

La Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional de Suramérica (IIRSA) que pretende la conexión de la amazona desde el Atlántico al Pacífico. Tras la aparente bondad de dicho proyecto se encuentran los vastos recursos de la zona, mismos que han despertado la codicia de los poderes oligárquicos mundiales..

Así, la crucifixión del mapa de la América Latina, se completa con la base-radar en Manta, Ecuador; en Colombia bases en Leticia, Caquetá y Putumayo; Santa Lucía en Perú al igual que en el Putumayo peruano; la ampliación de la base en Alcántara en Brasil; en Bolivia, una instalación en Chaparé y una unidad "antiterrorista" en Santa Cruz de la Sierra; En Paraguay, campamentos para entrenar boinas verdes; en Tierra del Fuego la base de Tolhuin; y otras instalaciones en el Atlántico Sur que llegan hasta la Antártida, territorio largamente acariciado por esa visión imperial.

¡Por algo es la enconada oposición al proyecto imperial de Bush, encabezada por el movimiento bolivariano!

Fuente: www.lahora.com.gt - 081105