Cárceles en manos privadas
Por Miguel Ángel Albizures
Como si poco fuera el poder que algunos presos tienen en las diversas cárceles del país donde no se mueve un policía ni un preso sin el visto bueno de quienes ejercen el control, ahora viene el ministro de Gobernación, Carlos Vielmann, a proponer la privatización del sistema penitenciario, lo que demuestra la aceptación de incapacidad para su control y la falta de planes concretos para que, desde el Estado, se transformen profundamente las cárceles que hoy en día, tal como lo señaló acertadamente elPeriódico en un editorial, “son meras universidades o academias en las que los delincuentes se especializan en el crimen”.
A la vez, el señor Ministro no pierde tiempo para insistir en la aprobación de la Ley de Concesiones para proceder con las cárceles como se ha hecho con las carreteras, cuya diferencia es abismal, y ha sido un desangramiento diario a los guatemaltecos y un alto enriquecimiento de la transnacional que recibió la papa pelada, mientras el pueblo paga el endeudamiento que trae consigo. Solo falta que a la hora de las licitaciones, los mejores postores sean miembros del crimen organizado cubiertos con el manto de la impunidad que da cualquier empresa creada con esos objetivos, tal como ha sucedido en transacciones ilícitas hechas por funcionarios en instituciones del Estado.
Continuar con el camino de las privatizaciones iniciadas a gran escala por el PAN en tiempos de Arzú y continuadas por la Gana -que viene siendo lo mismo y favoreciendo los mismos intereses–, es lo más fácil para quienes consideran la iniciativa privada como la forma de mejorar los servicios y no como la forma de encarecerlos y aumentar las ganancias de los nuevos dueños. Ejemplo claro y contundente lo tenemos en Deorsa-Deocsa que, no solo ha prestado un pésimo servicio y utilizado los recursos naturales, sino que ha hecho lo que le viene en gana sin que el Estado intervenga para proteger los intereses de los usuarios que son esquilmados impunemente.
Las organizaciones sociales han hecho el esfuerzo de trabajar un anteproyecto de ley para el sistema penitenciario que fue presentado al gobierno con el ánimo de aportar propuestas. Sin embargo, el vicepresidente Stein señaló que era muy bueno el proyecto, pero irrealizable, por los costos que suponía implementar un proyecto de esa naturaleza. ¿Será que es más barato privatizar? En todas las concesiones que se hacen hay formas de que la iniciativa privada recupere dinero y saque ganancias, seguramente no aceptarían si no fuera negocio. Entonces, si se concesionan las cárceles, ¿de dónde va a salir la plata? ¿El Estado va a dar los fondos? Porque en las carreteras se cobra peaje... ¿será que se va a cobrar el ingreso y no entra el que no pueda pagar? Ahora resulta que los presos ya no van a pagar para salir sino para entrar. ¿Quién se va a beneficiar con esta privatización? Cada preso tendrá su costo y ese costo lo pagará el pueblo.
La privatización no es sólo el reflejo de la incapacidad y el fracaso de la administración actual, sino uno de los puntos medulares del neoliberalismo a ultranza apoyado y estimulado por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, atentos a conceder los préstamos leoninos para facilitar a los Estados la entrega en manos de la iniciativa privada para enriquecerse de aquellas concesiones que les permitan recibir, recibir y recibir sin pérdida de tiempo.
Fuente: www.elperiodico.com.gt
Como si poco fuera el poder que algunos presos tienen en las diversas cárceles del país donde no se mueve un policía ni un preso sin el visto bueno de quienes ejercen el control, ahora viene el ministro de Gobernación, Carlos Vielmann, a proponer la privatización del sistema penitenciario, lo que demuestra la aceptación de incapacidad para su control y la falta de planes concretos para que, desde el Estado, se transformen profundamente las cárceles que hoy en día, tal como lo señaló acertadamente elPeriódico en un editorial, “son meras universidades o academias en las que los delincuentes se especializan en el crimen”.
A la vez, el señor Ministro no pierde tiempo para insistir en la aprobación de la Ley de Concesiones para proceder con las cárceles como se ha hecho con las carreteras, cuya diferencia es abismal, y ha sido un desangramiento diario a los guatemaltecos y un alto enriquecimiento de la transnacional que recibió la papa pelada, mientras el pueblo paga el endeudamiento que trae consigo. Solo falta que a la hora de las licitaciones, los mejores postores sean miembros del crimen organizado cubiertos con el manto de la impunidad que da cualquier empresa creada con esos objetivos, tal como ha sucedido en transacciones ilícitas hechas por funcionarios en instituciones del Estado.
Continuar con el camino de las privatizaciones iniciadas a gran escala por el PAN en tiempos de Arzú y continuadas por la Gana -que viene siendo lo mismo y favoreciendo los mismos intereses–, es lo más fácil para quienes consideran la iniciativa privada como la forma de mejorar los servicios y no como la forma de encarecerlos y aumentar las ganancias de los nuevos dueños. Ejemplo claro y contundente lo tenemos en Deorsa-Deocsa que, no solo ha prestado un pésimo servicio y utilizado los recursos naturales, sino que ha hecho lo que le viene en gana sin que el Estado intervenga para proteger los intereses de los usuarios que son esquilmados impunemente.
Las organizaciones sociales han hecho el esfuerzo de trabajar un anteproyecto de ley para el sistema penitenciario que fue presentado al gobierno con el ánimo de aportar propuestas. Sin embargo, el vicepresidente Stein señaló que era muy bueno el proyecto, pero irrealizable, por los costos que suponía implementar un proyecto de esa naturaleza. ¿Será que es más barato privatizar? En todas las concesiones que se hacen hay formas de que la iniciativa privada recupere dinero y saque ganancias, seguramente no aceptarían si no fuera negocio. Entonces, si se concesionan las cárceles, ¿de dónde va a salir la plata? ¿El Estado va a dar los fondos? Porque en las carreteras se cobra peaje... ¿será que se va a cobrar el ingreso y no entra el que no pueda pagar? Ahora resulta que los presos ya no van a pagar para salir sino para entrar. ¿Quién se va a beneficiar con esta privatización? Cada preso tendrá su costo y ese costo lo pagará el pueblo.
La privatización no es sólo el reflejo de la incapacidad y el fracaso de la administración actual, sino uno de los puntos medulares del neoliberalismo a ultranza apoyado y estimulado por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, atentos a conceder los préstamos leoninos para facilitar a los Estados la entrega en manos de la iniciativa privada para enriquecerse de aquellas concesiones que les permitan recibir, recibir y recibir sin pérdida de tiempo.
Fuente: www.elperiodico.com.gt
2 Comentarios:
Eso está claro y nadie se engaña. Este gobierno continúa con el saqueo del Estado y las fugas de delincuentes peligrosos que se han formado dentro de este sistema que ellos promueven son una maniobra más del gobierno mismo.
Ellos los han dejado escapar con el fin de alguien de ellos (la élite) "compre" cuanto antes a precio de remate, el sistema penitenciario.
Todo es un abultamiento a la fuerza para tener "los argumentos" y seguir gueviandose nuestros recursos.
Por Anónimo, 02 noviembre, 2005
La cantaleta de los neoliberales es que como no funciona entonces que se vaya a manos privadas.
Claramente no funciona casi nada en manos del Estado por que los funcionarios son corruptos. Los funcionarios no están en sus puestos sin el beneplácito de los ricos. Los ricos quieren hacer negocios con las carceles y con cualquier bien o servicio del Estado por que supones grandes ganancias que no están dispuestos a desaproverchar.
Y aprovechando que poseen las voluntades en el poder público se venden y se compran dichos servicios y bienes a precios de quemazón.
Acostumbran a decir que ahora que la telefonía es privada cualquier hijo de chiclero o tortillera (mis respetos para ellas y ellos) anda con su celular (a quienes dentro de la guerra ideológica que desarrollan tratan de mentalizar como "empresarios") y acotan que la gente se puede pagár este "mejor" pero muy caro servicio (uno de los mas caros del mundo entero, lo que no dicen es que quines sostienen la economía familiar y nacional no son ellos, los ricos con su industria subdesarrollada, su comercio delincuente y salvaje sin regulación alguna, sus finanzas especulativas, su agricultura oligarca, colonialista y latifundista sino los pobres migrantes que se rompen la espalda en las entrañas del imperio.
Sería tan facil cambíar las cosas si los ricos tuvieran medio dedo de frente; en beneficio no de los pobres sino en beneficio de ellos mismos y del sistema que defienden si realmente lo defendieran como sistema y no a conveniencia cortoplacista y torpe.
Por no invertir para el largo plazo deberán incurrir en gastos mayores cada día ya que su seguridad no la brinda ya el Estado al que despluman cual gallina para caldo. No, la brindan guarúras que cuestan caro y que a mediano plazo se van conformando en mafias ya que como simples gorilas no gozan de los privilegios que sus contratistas y la inseguridad se torna en una espiral sin fín.
Esto terminará tronando a sapo, lo veremos.
Mario Méndez
Por Anónimo, 06 noviembre, 2005
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