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lunes, octubre 17, 2005

“Stan” y los modelos ultra-liberales

Por Irmalicia Velásquez Nimatuj

A pesar de que el suroccidente de Guatemala enfrentó marginalmente el ojo de la tormenta Stan, las pérdidas en vidas humanas, daños emocionales, destrucción de cosechas, animales y de infraestructura son incalculables.

Observar el desaparecimiento de comunidades, derrumbe de cerros, deslave de elevaciones, desbordes de ríos, destrucción de puentes y hundimiento de carreteras indica que no estamos ante un panorama apocalíptico, sino ante las consecuencias de un sistema económico y político mundial que es voraz y exterminador.


Antes de Stan, la red vial y el sistema de salud de la región estaban por colapsar. El paso de la tormenta desnudó una realidad –que no es un castigo divino– que está conectada con la larga crisis y el costo social de haber aplicado modelos ultraliberales en países del Tercer Mundo que han destruido el medio ambiente. La crisis se materializa en la incapacidad del Estado guatemalteco en responder eficazmente, como es su responsabilidad, ante tragedias de cualquier tipo. Por ejemplo, en la región occidental, luego de Stan los hospitales no tenían jeringas; Conred pedía por radio la donación de gasolina; las municipalidades carecían de tractores o motosierras, y apelaban a que particulares las prestaran para cortar árboles caídos y despejar caminos.

La falta de recursos, prevención o profesionalización estatal no es responsabilidad total de las actuales autoridades, argumentar esto es no reconocer que este vacío existe en Nicaragua, Bolivia o México. Hoy, cualquier tragedia nos dice que el desmantelamiento del Estado por las fuerzas hegemónicas mundiales a partir de la década de los 80 ha provocado que éste sea incapaz de responder con efectividad a urgencias y que apele a la caridad nacional o internacional que es un paliativo, pero no una solución integral. También muestra cómo este sistema en su afán por mercantilizar a extremo los recursos naturales ha terminado socavándolos y provocando cambios que luego se revierten y golpean a los pobres. ¿Acaso el irrespeto a los ríos no provoca que ante tormentas como Stan estos decidan retomar sus cauces originales? Además, estos eventos muestran cómo la ideología del individualismo ha penetrado en las colectividades. En la región golpeada, un buen número de personas apoyó, pero otros se dedicaron a vender el garrafón de agua a Q75 o el galón de gasolina a Q50.

No solo la naturaleza provoca tragedias, como la que Stan dejó, también las políticas económicas que se diseñan y se imponen a los pobres. Luego del huracán Mitch, que fue de menor magnitud en radio y pérdidas en el país, solo en la comunidad Nueva Cajolá, ubicada en Champerico, Retalhuleu, el 25 por ciento de su población joven y masculina emigró ilegalmente a Estados Unidos. Luego de Stan no puede predecirse lo que ocurrirá, pero sí reconocer que se esfumaron las ilusiones de muchos y que nos toca pensar en la nueva miseria que abrazará a los de siempre, a los que están abajo.

Fuente: www.elperiodico.com.gt - 161005

4 Comentarios:

  • Ánimo, desde aquí os mando mi salidaridad y mi calor.

    Un abrazo fraterno, pueblo hermano.

    Hannah

    Por Blogger Hannah, 18 octubre, 2005  

  • Tenemos un modelo geo socio político que historicamente ha sufrido los efectos sistémicos de malas decisiones en cuanto a ubicacion de poblaciones. No podemos pensar que lo que le paso a Betty la Sinventura de la Cueva haya sido modelo neol ultra liberal. Nuestro país sufre terremotos por condición geológica y la bendición (sea cualsea la religion) de la lluvia intensa y sus extremos.
    Hay condiciones que afectan el medio ambiente que podemos culpar a los paises mas desarrollados como lo es el calentamiento global y que afectan condiciones macro de deterioro. Pero también debemos analizar nuestras culturas y formas de vida. El que durante cientos de años hayamos tenido las mismas formas de construcción, de uso de la energía, de formas de cultivo, no son condiciones ultraliberales, sino mas bien desviaciones sectarias en una buena redacción con coraje. La guerra revolucionaria nos enseño muchas cosas, entre otras la liberación de la mujer indígena y campesina de sometimientos familiares, la migración forzada de las montañas generó nuevos diálogos sociales. Este desastre actual nos debe enseñar que debemos evaluar nuestras relaciones sistémicas con la naturaleza y planificar mejor nuestra seguridad ante la misma.
    Que el estado es incapaz, es indudable. que creamos que nos lo debe resolver todo, eso no es correcto. Las jeringas no exístían en los hospitales antes de Stan, como tampoco las medicinas, pero tampoco las hubo en las casas, las parroquias, porque no se podían conseguir o no se necesitaban en ese momento. Vivimos estructuras sociales que no previenen, sino hasta el momento en que ocurren las cosas y eso que actualmente existe una gran tecnología mundial de información que puede prevenir a los antigueños que el Pensativo se va a crecer, que si hay erupción del Santiaguito con lluvia algo ocurrirá en la costa. Los primeros que deben tomar medidas son las posibles víctimas y con los pelos en la mano, pedir apoyo, exigirlo, No tener las protestas de miren lo que me pasó.
    Lo sucedido nos debe enseñar como debemos actuar,que debemos planear y como pedir. Si tenemos necesidad de ayuda y nos la ofrecen no debemos menospreciarla, comprendamos nuestras debilidades y no andemos buscando a quien echarle las culpas.
    sergio licardie

    Por Anonymous Anónimo, 18 octubre, 2005  

  • "No hay peor ciego que el que no quiere ver". El señor Licardie parece que intenta justificar lo sucedido con Stan, culpando a algun ente divino. Es cierto que culpa de la naturaleza tenemos paisajes incomparables como vulnerabilidades geologicas, etc. Sin embargo, tambien es innegable que Stan vino a desnudar -para quienes siempre prefirieron hacerse de la vista gorda- las inequidades sociales y el enorme atraso humano que nos envuelve como colectivo. Buscar causas nos llevara a remediar tan caotica situacion...
    elG.

    Por Anonymous Anónimo, 19 octubre, 2005  

  • Me parece sumamente oportuno el comentario de la señora Irma Alicia. Los puntos en las íes. Lo que sucede es que ya nadie le quiere entrar al análisis valiente, y llamar a las cosas por su nombre.

    Producto de esa falta de entrada, ya nadie se quiere -o puede- explicar la violencia, por ejemplo.

    Al desarticular las partes del todo pues, lo que aparecera son individuos violentos, y tormentas devastadoras. Nunca contextos sociales específicos. Ese es el cuco.

    Así pues, Stan no ha sido sino la manera que tiene la naturaleza de recordarnos la urgencia de transformar toda nuestra realidad, para encarar cualquier otro fenomeno, y a nosotros mismos, sin tener que acudir a la enfermiza caridad burguesa.

    Mario Palomo

    Por Anonymous Anónimo, 20 octubre, 2005  

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