Unión Tenebrosa
Por la redacción de La Hora - Guatemala, 8 de agosto de 2005
Si los usuarios de las empresas eléctricas Deorsa y Deocsa tuvieran que bautizar a la empresa matriz dueña de ambas comercializadoras, seguramente que en vez de hablar de Unión Fenosa tendrían que hablar de Unión Tenebrosa, sobre todo luego de que los personeros de ese consorcio español tranquilamente mandaron al chorizo a la Comisión de Energía del Congreso de la República, negándose a informar sobre las graves deficiencias en el servicio que agobian a muchos usuarios porque los cortes en el suministro son constantes, los cobros exagerados y la atención al público inexistente.
Unión Fenosa dice que siendo ellos una empresa privada no tienen por qué atender citaciones que les hagan los diputados, pero pasan por alto que están prestando un servicio público y que, por lo tanto, están sujetos a la legislación guatemalteca. Al respecto vale la pena recordar a los españoles que dirigen esas empresas y a los guatemaltecos que trabajan para ellos, que la Constitución establece que el Estado tiene la obligación de la defensa de los consumidores y usuarios en cuanto a la preservación de la calidad de los productos para garantizarles su salud, seguridad y legítimos intereses económicos. Ello para no decir que también tiene la obligación de impedir el funcionamiento de prácticas excesivas que conduzcan a la concentración de bienes y medios de producción en detrimento de la colectividad, según reza textualmente la Constitución. Además, el artículo 120 faculta a la intervención de las empresas que prestan servicios públicos esenciales para la comunidad y esa norma constitucional está sobre la Ley General de Electricidad y por lo tanto los señores de Unión Fenosa deben abandonar esa actitud tenebrosa de reírse del Estado de Guatemala porque puede ser que este pueblo de indios les resulte respondón a quienes ahora en vez de espejitos entregan facturas por kilovatios no proporcionados con el mismo efecto de llevarse la riqueza del país, aumentando las desgracias de poblaciones eternamente empobrecidas.
Justamente los abusos cometidos por concesionarios en el siglo pasado dieron lugar a la era de las nacionalizaciones de servicios, puesto que esa prepotencia de quienes chantajean con la amenaza de que se ahuyentará la inversión extranjera se traduce en perjuicio para la sociedad. Y como toda acción trae reacción, así como tras la corrupción en empresas públicas vino la ola de privatizaciones, el abuso de las empresas privadas traerá tarde o temprano políticas en dirección contraria, cabalmente porque empresarios voraces como los de la tenebrosa empresa no entienden que no puede abusarse impunemente ni esquilmar sin consecuencias al pueblo. Si se pide respeto a la libertad empresarial, tiene que haber también respeto al derecho del consumidor.
Fuente: www.lahora.com.gt - 050805
Si los usuarios de las empresas eléctricas Deorsa y Deocsa tuvieran que bautizar a la empresa matriz dueña de ambas comercializadoras, seguramente que en vez de hablar de Unión Fenosa tendrían que hablar de Unión Tenebrosa, sobre todo luego de que los personeros de ese consorcio español tranquilamente mandaron al chorizo a la Comisión de Energía del Congreso de la República, negándose a informar sobre las graves deficiencias en el servicio que agobian a muchos usuarios porque los cortes en el suministro son constantes, los cobros exagerados y la atención al público inexistente.
Unión Fenosa dice que siendo ellos una empresa privada no tienen por qué atender citaciones que les hagan los diputados, pero pasan por alto que están prestando un servicio público y que, por lo tanto, están sujetos a la legislación guatemalteca. Al respecto vale la pena recordar a los españoles que dirigen esas empresas y a los guatemaltecos que trabajan para ellos, que la Constitución establece que el Estado tiene la obligación de la defensa de los consumidores y usuarios en cuanto a la preservación de la calidad de los productos para garantizarles su salud, seguridad y legítimos intereses económicos. Ello para no decir que también tiene la obligación de impedir el funcionamiento de prácticas excesivas que conduzcan a la concentración de bienes y medios de producción en detrimento de la colectividad, según reza textualmente la Constitución. Además, el artículo 120 faculta a la intervención de las empresas que prestan servicios públicos esenciales para la comunidad y esa norma constitucional está sobre la Ley General de Electricidad y por lo tanto los señores de Unión Fenosa deben abandonar esa actitud tenebrosa de reírse del Estado de Guatemala porque puede ser que este pueblo de indios les resulte respondón a quienes ahora en vez de espejitos entregan facturas por kilovatios no proporcionados con el mismo efecto de llevarse la riqueza del país, aumentando las desgracias de poblaciones eternamente empobrecidas.
Justamente los abusos cometidos por concesionarios en el siglo pasado dieron lugar a la era de las nacionalizaciones de servicios, puesto que esa prepotencia de quienes chantajean con la amenaza de que se ahuyentará la inversión extranjera se traduce en perjuicio para la sociedad. Y como toda acción trae reacción, así como tras la corrupción en empresas públicas vino la ola de privatizaciones, el abuso de las empresas privadas traerá tarde o temprano políticas en dirección contraria, cabalmente porque empresarios voraces como los de la tenebrosa empresa no entienden que no puede abusarse impunemente ni esquilmar sin consecuencias al pueblo. Si se pide respeto a la libertad empresarial, tiene que haber también respeto al derecho del consumidor.
Fuente: www.lahora.com.gt - 050805
3 Comentarios:
Los españoles se recordarán que ellos expulsaron a los arabes y a otros pueblos despues de 700 años así después de 500 nosotros podemos tomar la misma decisión y echarlos de una vez por todas con todo y su descendencia criolla.
Carmelo Diaz
Por Anónimo, 12 agosto, 2005
No puedo casi creer lo que el comentario al articulo dice. Veo aqui un mensaje racista.
Las transnacionales son intrinsecamente corruptas por lo que no se le puede pedir peras al olmo.
Para contrarrestar su actuacion negativa la poblacion debe organizarse y defender con acciones de todo tipo, sus derechos.
Entiendo la ira que pueda generar el comportamiento ilegal y arbitrario de una corporacion pero eso no nos debe desviar del objetivo ultimo que seria en todo caso un cambio de sistema, que es lo unico a donde se deben encaminar los esfuerzos.
No veremos el cambio, es cierto y yo me pregunto es eso importante?
Union Fenosa solo es una berruga en comparacion con el tumor, entonces operemos.
Por Anónimo, 15 agosto, 2005
Yo no entiendo a la burguesía local. No se dan cuenta que todo terminará en las manos de las transnacionales y de las migajas solo podrán disfrutar un tiempo relativamente corto.
Todo está escrito ya en las "sagradas páginas" de los planes del pentágono y los libros de cuentas en Wall Street.
Sí las burguesías locales tuvieran dos dedos de frente otro gallo cantaría para ellos y para nuestros países.
Sí las burguesías locales no se andan listas tendremos que tomar las riendas.
Ivan Castillo
Por Anónimo, 16 agosto, 2005
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