“La época de Lucas”
Por Margarita Carrera
Una de las etapas más negras de nuestra historia: la época de Lucas.
Da mucha cólera que en Guatemala la justicia no haya emprendido acción alguna en contra de los militares que, durante la guerra sucia, cometieron crímenes de lesa humanidad. Mucha cólera que Lucas García haya muerto sin que se le procesara por su temible actuación mientras fue presidente (1978-1982). Únicamente la Audiencia Nacional Española le seguía un proceso por genocidio.
Entre muchos otros, dos hechos terribles están grabados en la historia de Guatemala: 1) la quema de la Embajada de España; 2) las masacres en el área del río Chixoy. 800 fueron los desaparecidos en la década de los 80 por las fuerzas de seguridad en las 23 comunidades que quedaron bajo el embalse de la famosa hidroeléctrica.
La desaparición de estas comunidades fue la causa de la construcción de la represa, ya que ahí no había guerrilla, como argumenta el ejército que llevó a cabo la política de tierra arrasada.
Y aquellos que dieron muerte a tanta gente se pasean tranquilamente por las calles: “No es fácil recordar para los que sobrevivimos... todavía vemos las caras de quienes los mataron en el pueblo, como si no hubieran hecho nada... 268 almas mataron esa vez, hombres, mujeres, niños y niñas de meses. Ya va año y medio de la resolución de la CIDH y seguimos esperando” (elPeriódico, 27/5/06), dijo Juan Manuel Jerónimo, sobreviviente de la masacre de Plan de Sánchez. Porque dicha Corte dictó sentencia contra el Estado de Guatemala, en la que le obliga a pagar indemnizaciones, reintegro de costos y gastos, así como realizar un acto público de reconocimiento de responsabilidad.
Al menos 400 personas de la aldea Río Negro fueron asesinadas en 1976 (época del gobierno de Laugerud), cuando se inició la construcción del embalse de la represa de Chixoy. Entre 1975 y 1981 la construcción de la represa tuvo un financiamiento de US$900 millones por parte del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo.
Si a los bancos no se les puede demandar sí se puede entablar demanda en contra de Estados Unidos por haber financiado la política de tierra arrasada.
Mientras no se haga justicia, Guatemala seguirá siendo el paraíso de los asesinos, los cuales se remontan a la era del conflicto armado, a la era de Lucas. Según el Remhi (III tomo, p. 90), en 1979 se registraron mil 371 casos de asesinatos y secuestros políticos; en 1980 hubo dos mil 264 casos, y en 1981 se llegó a los tres mil 426 casos.
“Fue como el estallido de una serie de perversiones políticas que habían venido madurando en los períodos anteriores. En la memoria del pueblo guatemalteco estos años perdurarán como una de las etapas más negras de su historia: la época de Lucas”.
Fuente: www.prensalibre.com - 020606
Una de las etapas más negras de nuestra historia: la época de Lucas.
Da mucha cólera que en Guatemala la justicia no haya emprendido acción alguna en contra de los militares que, durante la guerra sucia, cometieron crímenes de lesa humanidad. Mucha cólera que Lucas García haya muerto sin que se le procesara por su temible actuación mientras fue presidente (1978-1982). Únicamente la Audiencia Nacional Española le seguía un proceso por genocidio.
Entre muchos otros, dos hechos terribles están grabados en la historia de Guatemala: 1) la quema de la Embajada de España; 2) las masacres en el área del río Chixoy. 800 fueron los desaparecidos en la década de los 80 por las fuerzas de seguridad en las 23 comunidades que quedaron bajo el embalse de la famosa hidroeléctrica.
La desaparición de estas comunidades fue la causa de la construcción de la represa, ya que ahí no había guerrilla, como argumenta el ejército que llevó a cabo la política de tierra arrasada.
Y aquellos que dieron muerte a tanta gente se pasean tranquilamente por las calles: “No es fácil recordar para los que sobrevivimos... todavía vemos las caras de quienes los mataron en el pueblo, como si no hubieran hecho nada... 268 almas mataron esa vez, hombres, mujeres, niños y niñas de meses. Ya va año y medio de la resolución de la CIDH y seguimos esperando” (elPeriódico, 27/5/06), dijo Juan Manuel Jerónimo, sobreviviente de la masacre de Plan de Sánchez. Porque dicha Corte dictó sentencia contra el Estado de Guatemala, en la que le obliga a pagar indemnizaciones, reintegro de costos y gastos, así como realizar un acto público de reconocimiento de responsabilidad.
Al menos 400 personas de la aldea Río Negro fueron asesinadas en 1976 (época del gobierno de Laugerud), cuando se inició la construcción del embalse de la represa de Chixoy. Entre 1975 y 1981 la construcción de la represa tuvo un financiamiento de US$900 millones por parte del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo.
Si a los bancos no se les puede demandar sí se puede entablar demanda en contra de Estados Unidos por haber financiado la política de tierra arrasada.
Mientras no se haga justicia, Guatemala seguirá siendo el paraíso de los asesinos, los cuales se remontan a la era del conflicto armado, a la era de Lucas. Según el Remhi (III tomo, p. 90), en 1979 se registraron mil 371 casos de asesinatos y secuestros políticos; en 1980 hubo dos mil 264 casos, y en 1981 se llegó a los tres mil 426 casos.
“Fue como el estallido de una serie de perversiones políticas que habían venido madurando en los períodos anteriores. En la memoria del pueblo guatemalteco estos años perdurarán como una de las etapas más negras de su historia: la época de Lucas”.
Fuente: www.prensalibre.com - 020606
2 Comentarios:
Además de sus cipayos y los lameculos badajos que pasan por columnistas o periodistas, es difícil imaginar a alguien con conocimiento elemental de la historia nacional reciente se lamente por su muerte. Lo lamentable es que en vida no pagó por lo que hizo.
Por charakotel, 06 junio, 2006
Yo como testiga del tiempo de Lucas lo único que puedo es confirmar la horrible y desesperante situación en que se vivía en aquella desgraciada época.
A mi me mataron a dos hermanas y me desaparecieron a 6 otros familiares.
Yo salvé la vida y la de mis hijos solo por que huí primero a la capital y despues a Costa Rica.
Ninguna página se ha cerrado con la muerte de este criminal desmemoriado. Todo lo contrario ya que el era solo uno de tantos que violaron los derechos de las personas por aquel tenebroso tiempo.
Yo no perdono!
Catalina Pedroza
Por Anónimo, 08 junio, 2006
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