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lunes, septiembre 17, 2007

Historia de septiembre

Por José Barnoya
Esa otra historia que muy bien podría llamarse:La Única y Verdadera Historia.

El malogrado Manuel José Arce lo dejó impreso en su Diario de un Escribiente: “Estoy harto de la historia. De la historia como me la contaron desde niño, como la encuentro en los libros, como se sigue machacando en las escuelas. Anécdotas, fechas, aventuras personales de unos cuantos señores que se quedaron quietos en el bronce de las estatuas, en la piedra silente, alimentándose de ofrendas florales, de discursos hueros, de ceremonias ridículas. Estoy harto de la historia como cuento de Caperucita Roja, moralizante y torpe”.

A mí me sucedió lo mismo en la escuela primaria: los maistros nos llenaron la cabeza con un tanate de próceres egregios, estadistas notables, guerreros invencibles, gobernantes probos y prohombres talentosos, entre comillas.

Para mi fortuna, cierta mañana entró a una de las aulas del Instituto Central un estudiante de Derecho que iba a enseñar Historia. Desde ese día y durante el año, Jesús Guerra Morales nos enseñó una historia diferente, novedosa para nosotros. Sus lecciones abrieron otros horizontes, mostrando un país y una nación diferentes.

Años después y para reforzar las lecciones de don Chus, cayó en mis manos El libro de las Efemérides del insigne periodista Federico Hernández de León, que abarca en sus ocho tomos la historia auténtica y fidedigna de América Central. Desde el momento en que leímos esos libros de Hernández de León, desaparecieron para nosotros, no sólo la historia oficial sino que se desmoronaron para siempre los próceres de barro, los guerreros de opereta, los pensadores de papel y los gobernantes de alfeñique.

Adentrándose en la Recordación Florida, la mente ágil y el cerebro lúcido de Severo Martínez lograron desentrañar de la obra de Fuentes y Guzmán, las interioridades de lo que Severo tituló con certeza La Patria del Criollo que nos explica lo que fuimos, quiénes nos transformaron en lo que somos y porqué estamos como estamos.

Llegó después el sociólogo Carlos Guzmán Böckler, quien en sus obras: Guatemala: una interpretación histórico-social, Colonialismo y Revolución y Donde enmudecen las conciencias, muestra el sombrío crepúsculo y anticipa una luminosa aurora para esta tierra. Ricardo Falla, al mismo tiempo, bajó del Ixcán: Las Masacres de la Selva.

Años después José Manuel Chacón, el combativo Filóchofo, publicó con trazos firmes: La Otra Historia, una narración fidedigna que va desde los Mayas hasta la Búsqueda de la Paz, pasando por la colonización española, la independencia, la intromisión gringa, los diez años de primavera, la liberación espuria, las tiranías militares y los desgobiernos civiles.

Esa otra historia que muy bien podría llamarse: La Única y Verdadera Historia. Una historia para ser leída, contada, repetida y divulgada de generación en generación y por los siglos de los siglos, hasta el final de los tiempos.

Fuente: www.sigloxxi.com - 160907

1 Comentarios:

  • Gracias doctor por este excelente texto.Siempre nos brinda usted renovados aspectos de nuestra historia y de nuestra actitud ante la misma.
    Abrazos fraternales
    Jaime Barrios Carrillo

    Por Anonymous Anónimo, 21 septiembre, 2007  

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