.

lunes, marzo 26, 2007

¡Vaya! Ahora ya ni la educación debe ser potestad del Estado…

Por Juan Fernando Hernández E.
Al discutir en su columna de opinión los recientes problemas del Ministerio de Educación con los maestros, Karen Cancinos escribió: “ Para comenzar, tal Ministerio no debería existir siquiera. No siempre se han educado los niños en escuelas estatales, y no se organizaron gobiernos con el propósito de proveer instrucción elemental, básica y hasta universitaria. No afirmo, entiéndase bien, que la educación es una mala cosa. Pero no encuentro ninguna razón para aferrarse con empecinamiento a la idea de que es una función del Estado .”*

Podemos estar de acuerdo o no con algunas de las opiniones de los “brillantes” libertarios o neoliberales (como a veces les gusta que les llamen). No obstante, a veces se pasan de la raya y expresan opiniones tan absurdas que requieren de una respuesta inmediata por científicos, académicos y pedagogos expertos. Algunas dependencias del estado quizás podrían reducirse o eliminarse por completo (como el ejército), pero entre las que nunca podrían desaparecer en un país que quiera sobrevivir como Estado estaría un Ministerio de Educación. Tal como expresé anteriormente, la proliferación desmedida de colegios e institutos privados ha situado a Guatemala ante un problema grave. Temo que la mayoría de estas instituciones no cumplen a cabalidad su función educadora y se han transformado sencillamente en empresas de fabricación de bachilleres (en muchas disciplinas “modernas”, algunas de las cuales debieran ser cuestionadas), maestros o secretarias incompetentes que están ingresando a la fuerza de trabajo con una preparación deficiente. Los dueños de estos colegios e institutos de segunda y tercera categoría ni siquiera cumplen con los mínimos requisitos de seguridad e higiene. Esto, por supuesto, no siempre es así. Cabe reconocer que muchos de los colegios privados de prestigio eran o son instituciones (lucrativas o no lucrativas) muy respetables. A veces durante decenas de años han educado a jóvenes con una formación excelente que han enriquecido la intelectualidad del país. Así también fue con los institutos públicos durante algún tiempo, antes de que el deterioro en la trama social del país diera como resultado una deficiente inversión en estas instituciones.

Pero, como discutí anteriormente, la cantidad y calidad de la educación pública y privada debe ser estrictamente vigilada. Insisto en que el contenido de lo que se enseña en materia de ciencias sociales y ciencias naturales debe ser controlado. No puede tolerarse que un colegio o instituto, por el hecho de pertenecer a un grupo social en particular, le niegue a los alumnos la realidad de la reproducción, so pretexto de que atenta contra su “pureza” (porque les brinda Educación Sexual), que les “contamina el cerebro con ideas obsoletas” (porque les da alguna explicación de las principales corrientes filosóficas, incluyendo el marxismo), o atenta contra su religión porque “niega la Creación ” (porque explica los principios fundamentales de la Evolución ). Además de esto, los colegios e institutos debieran preocuparse porque las otras ciencias como las matemáticas y la geografía también se enseñen correctamente. El Ministerio entonces debiera servir, entre otras cosas, para mantener al día la formación e información de los maestros y maestras, tanto del gobierno como de la iniciativa privada.

Es totalmente absurdo pensar que un país carezca de educación pública. Estados Unidos, Alemania, Francia y España tienen educación pública y la han tenido por siglos. En ninguno de estos países se pretende siquiera sugerir que la educación pública deba desaparecer. Por otro lado, es cierto que los gobiernos no se organizaron solamente para la educación de la niñez y la juventud, pero desde que existen los Estados de alguna u otra forma los gobernantes se han preocupado por que los jóvenes se eduquen para la vida y conozcan de su entorno y su nación.

Por tanto, debe haber una entidad estatal que vigile de cerca la calidad y el contenido de la educación, pública y privada.

La dirección de este Ministerio debe estar en manos de pedagogos y científicos, no de empresarios o comerciantes. No porque los empresarios o comerciantes no puedan educar, sino porque no siempre conocen o concuerdan con principios fundamentales como los que señalé anteriormente. La información científica y pedagógica se enriquece y cambia constantemente. Los biólogos por ejemplo, cada día conocemos más sobre las distintas especies de animales y plantas, sobre la clasificación de los organismos, la biogeografía (estudio de dónde y cómo se ubican las especies en el mundo) y la genética. Conocimientos que hasta hace unos diez años eran considerados casi sagrados (como la relación que existe entre el ser humano y otros primates y la antigüedad del mismo ser humano) ahora han cambiado considerablemente. Esto seguirá así. Los mismos científicos guatemaltecos, aunque pocos en número y con escasos fondos, hemos descubierto muchas cosas interesantes sobre nuestra naturaleza y ciencia. Bastó asistir a la Semana Nacional de la Ciencia y la Tecnología organizada por el Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (CONCYT) que recientemente se celebrara en nuestro país. Fue muy positiva la impresión que tuvimos los investigadores al ver que numerosos adolescentes y sus maestros acudían a las charlas, páneles y exhibiciones. ¿Podría haber existido todo esto impulsado exclusivamente por la empresa privada? Probablemente no. Ciertamente que la empresa privada nacional y transnacional también tienen un papel que jugar dentro de la educación, pero este no será nunca exclusivo. Insistamos entonces en que la existencia de un Ministerio de Educación es imprescindible para un país que pretenda sobrevivir como tal. La modernización de la institución y la capacitación de sus empleados son urgentes y, aunque actualmente el Estado invierte un porcentaje considerable de su presupuesto en educación, esta inversión no es suficiente. Una reducción en el presupuesto del Ministerio de Defensa, por ejemplo contribuiría enormemente a la protección del país, porque formaría a niños y jóvenes más conocedores y amantes de su patria.

*Karen Cancinos Siglo XXI 23 de marzo 2006

5 Comentarios:

  • Cuando leo artículos así, vienen siempre a mi cabeza la frase "fatal arrogancia". Así como el presente encuentro miles de artículos en los que se presenta la solución "brillante, mágnifica e ideal". Claro, al momento de críticar se utilizan palabras de juicio como "absurdo", "pasarse de la raya", "neoliberales" y demás.

    *"la proliferación desmedida de colegios e institutos privados ha situado a Guatemala ante un problema grave. Temo que la mayoría de estas instituciones no cumplen a cabalidad su función educadora y se han transformado sencillamente en empresas de fabricación de bachilleres". Díganme entonces, por qué la gente prefiere ir a estos colegios e institutos privados en vez de los que el Estado provee? Nadie es tan tonto para pagar algo que alguien le puede dar gratis y mejor. El problema es que esa no es la realidad, la educación estatal es muy mala...¿requisitos de higiene? ¿Las escuelas públicas los cumplen? Por favor!!

    *El invento de la educación proveída "gratuitamente" por el estado es un invento nuevo, de mediados del siglo pasado. "Estados Unidos, Alemania, Francia y España tienen educación pública y la han tenido por siglos." Mentira. EEUU comenzó con la educación pública en 1979 (sí hace menos de treinta años), y los demás, salvo Francia, no tenían este tipo de cosas a inicios del siglo pasado. Irónicamente su calidad de educación ha bajado. En todos esos países se nota una clara diferencia entre la educación secundaria y la universitaria. Las universidades de estos países son magníficas porque son privadas.

    *"Por tanto, debe haber una entidad estatal que vigile de cerca la calidad y el contenido de la educación, pública y privada." No estoy de acuerdo. El que decide que es bueno para mis hijos NO es un conjunto de burócratas, diputados ni gente parecida. El que lo decide soy YO. Si yo quiero estudiar una carrera universitaria, el que busca y decide la calidad SOY YO, y el hacer cosas así simplemente restringe mis opciones. Si hay opciones malas, SOY YO el que debe decidir que son malas.

    *"La dirección de este Ministerio debe estar en manos de pedagogos y científicos, no de empresarios o comerciantes." Por que no mejor que cada colegio o universidad estén en manos de los pedagogos y científicos que los padres de los estudiantes deseen?

    *"Fue muy positiva la impresión que tuvimos los investigadores al ver que numerosos adolescentes y sus maestros acudían a las charlas, páneles y exhibiciones. ¿Podría haber existido todo esto impulsado exclusivamente por la empresa privada?". Por favor, mire en EEEU los mejores eventos de este tipo, sin lugar a dudas, son de la empresa privada.






    ""

    Por Anonymous Anónimo, 30 marzo, 2007  

  • "Alguno diría que no tiene dinero para pasarse a una escuela privada. Yo no aceptaría esa excusa. Como padre de familia vería qué sacrificios hago, donde ahorraría o me privaría más a mí y mi familia, pero trataría de conseguir una escuela privada (...)"

    Estupidez de semejante calibre no podía venir sino de uno de los conspicuos neoliberales recitadores del catecismo marroquiniano: Ramón Parellada de siglo xxi.

    Saludos.

    Por Blogger charakotel, 01 abril, 2007  

  • Bueno, y entonces qué es lo que propone? Sólo criticar con perfidia y despotricar a una opinión diametralmente opuesta a la suya?

    Acaso prefiere que dejen de fabricar bachilleres para que en lugar de eso mejor sigan preparando empleadas domésticas o patojos chispudos? Bueno, aunque también muchos otros trabajan como mano de obra barata en las maquilas y tan sólo unos pocos llegan a ocupar puestos de secretarias y/o puestos técnicos-operativos.

    Además, en realidad sus “aparentemente tan necesarias” escuelas públicas no tienen una pizca de seguridad e higiene, y si lo tienen es por supuesto por debajo de los estándares de muchos centros educativos privados. Aunque quizás en las fotos del gobierno y del Ministerio de Educación si salen recién pintaditas!

    Pero también estoy de acuerdo con usted en el punto de que la proliferación de centros educativos privados en Guatemala no son más que un ejemplo claro y preocupante que nos debe hacer pensar lo siguiente: ¿En dónde están esos padres que permiten a sus hijos recibir tan mala educación y además les dan el cheque para pagar las mensualidades?

    ESE ES EL PROBLEMA QUE USTED DEBERIA EMPEZAR A EXPLICAR, TRATAR DE DEFINIR Y LUEGO HACER PROPUESTAS QUE DEFENDERA Y TRATARA DE PROMOVER ENTRE EL GRUPO EN QUE TENGA ALGUNA INFLUENCIA. Pero esto también es en lo que falla Karen Cancinos.

    ¿Acaso no se han cansado ambos bandos de decir lo mismo? Yo ya estoy harto de escuchar de un lado a los defensores de escuelas públicas y del otro a los defensores de las escuelas privadas sin que nadie haga más que jalarse de los pelos.

    Yo temo que Guatemala seguirá siendo el mismo país deprimente mientras sigamos teniendo “también aparentes académicos” que dicen temer la educación fuera del estado sin siquiera reconocer a la vez los logros, oportunidades y resultados positivos de lo que atacan... porque seguramente no es tan malo como lo pinta.

    Postdata: el caos del sistema educativo público en Estados Unidos y Europa no le recomiendo lo utilice como ejemplos de éxito. Porque claramente un “académico” como usted lo ha de saber a menos que cierre los ojos a la mitad de las noticias y ensayos que no son escritos con la “aparente” inspiración de Platón.

    Por Anonymous Anónimo, 04 abril, 2007  

  • El problema que aqueja la disputa entre una educación privada y otra pública es uno de índole ideológica, y es sobre todo un falso problema. Puesto que no se trata de defender lo público con un criterio socialista (como si la educación pública en un orden burgués no fuera un engranaje institucional de contención y reproducción social), así como tampoco, de defender dogmáticamente los criterios neoliberales de populismo de mercado en donde todo lo privado “por naturaleza” es mejor.

    Poder brindar una buena educación laica, pública y gratuita no es un invento de Lenin, es apenas una de las genialidades del proyecto de la Ilustración (S.XVIII) y como corolario, de la institucionalidad burguesa cuando bien funciona, las cuales, en medio del proyecto de imbecilización colectiva dictada por la tónica neoliberal al uso valdría harto la pena recuperar. El problema real es que nadie quiere reconocer, que en tanto derecho asumido por la institucionalidad guatemalteca desde el siglo antepasado, tanto los recursos que se han destinado a la misma (siempre míseros) como la prestancia a cubrirla en el territorio nacional (sin las limosnas interesadas de la iniciativa privada) han sido en todo momento peleados a pulso socialmente, por la misma ciudadanía que debería poder acceder a la misma de manera longeva.

    Que el Estado se puede reducir con el fin de ser más eficiente y menos burocrático es una idea con la que nadie pelea, el problema es lo que el populismo de lo privado entiende por ello: reducirlo a mera oficina gerencial de los intereses de las oligarquías y sus “partners” foráneos y perro guardián de lo único que las clases dominantes reconocen que es propiedad de las clases populares: LA ENORME DISTANCIA ENTRE UNOS Y OTROS. Esto es la des-ciudadanización de las mayorías que las oligarquías pretenden por el bien de todos. Uf.

    La educación, tanto como la administración de justicia, implican los pactos sociales racionales entre clases y grupos que se traducen en un interés nacional que va más allá de los sectarismos adocenados, (incluidos las opiniones que les hacen pompa, a sueldo o no). Y aunque la justicia sea harina de otro costal (y la mayor de las veces hace las de serpiente que sólo pica los pies de los descalzos) la institucionalidad de ambas y su cumplimiento son una obligación que a nadie, salvo las grandes corporaciones, le resultan gratis.

    Harta obligación tiene la insolente ministra de pelear con las mismas artimañas con las que se ensañó contra la magisterial el presupuesto que le “arrancaron” para el adefesio de aeropuerto que no va a sacar del fango al inocuo payaso que se dice presidente de la Nación.

    Pelear lo público y lo privado como principios puros en la circunstancia burguesa es una perdida de tiempo. Pelear los derechos de una buena educación pública, laica y gratuita, (y no dependiente de las limosnas con las que la iniciativa privada evade impuestos) así como recuperar la lógica de un Estado que no haga de los derechos de la ciudadanía favores del poder es el camino.

    Salud a todos menos uno.

    Mario Palomo
    Guatebala

    Por Anonymous Anónimo, 09 abril, 2007  

  • Fernando Sabater, es muy claro: la educación es responsabilidad del Estado, quien más podrá estándarizar la educación, quien dará normas y legalidad a los títulos, ¿Las normas ISO?, con que dinero los institutos lo lograrán, tiene que ver el Estado, es el que vela por el bien común, y la educación de TODOS es algo con lo que ganamos.

    Si la educación se privatiza se lapidará sobre la gran pirámide de las desigualdades a tanta gente, se condena a la pobreza a mucha gente.

    Qué bien que existen las entidades privadas de Educación pues ayudan a no dejar toda la educación en el Estado, pero jamás se puede regular la educación, no tiene sentido pedir la no intervención del invierno, es una propuesta salvaje.

    Dicen que lo mejor es que sean pedagogos o científicos los que dirijan estas instituciones, ¿Han leído a alguno?, saben lo que piensan de este tema, los comentarios tan irresponsables me dicen que no.

    Por Anonymous Anónimo, 05 junio, 2007  

Publicar un comentario << Portada